Es uno de los mayores contratos logrados por grupos constructores españoles y supera la ampliación del Canal de Panamá, un proyecto de 2.400 millones de euros.
Un consorcio liderado por las empresas españolas ACS y FCC ha conseguido el contrato para el diseño, construcción, financiación, operación y mantenimiento de la línea 2 del Metro de Lima y de un ramal de la línea 4 que llegará hasta el aeropuerto, por un importe de 3.900 millones de euros. El plazo previsto para la fase de construcción es de cinco años, a partir de los cuales empezará la de operación, que será de 30 años.
El consorcio ganador del concurso (denominado Nuevo Metro de Lima) está liderado por Dragados e Iridium (controlan el 25%), filiales del Grupo ACS, y por FCC, a través de su filial Vialia (con el 19%). Participan en este consorcio también las empresas italianas Impregilo (con el 19%) y dos filiales de Ansaldo (con sendas participaciones del 15% y el 12%). Cierra el grupo la empresa peruana local Cosapi, con el 10% del peso en el consorcio. Asimismo, Metro de Madrid participa como asesor del proyecto. La agencia de promoción de la inversión privada del país, ProInversión, ha declarado válida la propuesta técnica presentada por el Consorcio Nuevo Metro de Lima, la única oferta que finalmente se había presentado a este proceso.
El proyecto adjudicado este viernes consiste en la construcción de 35 estaciones de metro subterráneas unidas a lo largo de 35 kilómetros de túneles. En las obras participarán más de 3.000 profesionales. “La elección de un sistema de transporte subterráneo permitirá un menor impacto en la vida de la ciudad, además de una verdadera transformación urbana dado que muchos terrenos en superficie por donde transcurrirá el nuevo Metro se convertirán en zonas verdes”, han señalado las empresas españolas en un comunicado.
La línea 2 tendrá una longitud de casi 27 kilómetros y cubrirá el eje Este-Oeste de Lima desde Ate hasta Callao, donde FCC lleva a cabo también obras de acondicionamiento del puerto de esta localidad. Una vez en funcionamiento, sus 27 estaciones de pasajeros darán servicio a más de 600.000 personas al día, “que ahorrarán hasta 90 minutos en su recorrido”, señalan las constructoras. En la actualidad son necesarias dos horas y veinte minutos para cubrir ese trayecto en automóvil.
Por su parte, el ramal de la línea 4 que unirá la capital peruana con el aeropuerto transcurrirá a lo largo de ocho kilómetros de túnel, desde las avenidas Faucett a Néstor Gambetta. En este trayecto se construirán ocho estaciones.
Además, el contrato incluye la ejecución de la superestructura, el suministro de material rodante, la implementación del equipamiento electromecánico, los sistemas ferroviarios y la alimentación eléctrica, necesarios para la operación del metro. Fuentes del consorcio han señalado que, además de la construcción, se han asignado trabajos de mantenimiento futuros, por valor de 2.400 millones aproximadamente, una vez esté en funcionamiento la infraestructura, según señaló un portavoz de las empresas españolas.
Este contrato pasa así a formar parte de los mayores logrados por grupos constructores españoles en el exterior, como la ampliación del Canal de Panamá, un proyecto de 2.400 millones de euros liderado por Sacyr, el AVE La Meca-Medina (6.700 millones de euros) en el que participan ACS y OHL, y el metro de Riad (6.000 millones de euros) logrado por FCC.El ministro peruano de Transportes y Comunicaciones, Carlos Paredes, ha asegurado que constituye hasta la fecha el proyecto de infraestructuras más importante que ha llevado a cabo el Gobierno peruano en un solo momento, según informa EFE. Por su parte, tras conocerse la adjudicación del contrato, el consejero delegado de FCC, Juan Béjar, ha señalado que este proyecto, que se suma a los logrados en Qatar y Riad, capital de Arabia Saudí, es un ejemplo de “la nueva política de contratación que aplica la compañía, enfocada a proyectos singulares licitados en consorcios internacionales”. Béjar ha añadido que el grupo sigue enfocado en lograr una cartera de proyectos con un criterio de rentabilidad y generación de caja.
En cuanto a ACS y FCC, la consecución del proyecto del metro de Lima les permite reforzar también sus incipientes negocios en el mercado constructor peruano.
Además, los dos grupos potenciarán la experiencia con que ya cuentan en obras de metros y suburbanos, dado que han participado en las construcciones de los de Madrid, Sevilla, Barcelona, Bilbao y Valencia, en España, y en el exterior, en los de Nueva York, Panamá, Londres o Milán, entre otros.La compañía que preside Esther Alcocer Koplowitz desembarcó en el país hace casi un año con obras en uno de sus mayores puertos, mientras que el grupo presidido por Florentino Pérez se hizo a finales de 2013 con la construcción de una desaladora para suministrar agua potable al Sur de la ciudad de Lima, un proyecto con el que por vez primera el país utilizará el mar como fuente para producir agua potable.
Inicialmente, entre las otras firmas que habían mostrado su interés por el contrato figuraba la mexicana Ica y la brasileña Odebrecht, que en consorcio con las compañías peruanas Graña y Montero, se adjudicaron anteriormente la infraestructura civil y electromecánica del tramo 2 de la Línea 1 del Metro de Lima.