Los principales responsables de las tres grandes compañías del sector –Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa– ya no encuentran atractiva España. No por una cuestión de desapego, insisten, sino porque la propia estructura del sistema eléctrico español apenas deja margen para muchas inversiones, y el panorama regulatorio tampoco invita a hacerlo.
SOBRECAPACIDAD
España cuenta con una potencia instalada de casi 108.000 megatatios (Mw), para puntas de demanda que apenas sobrepasan los 40.000. «Estamos en niveles de demanda de 2005, y tenemos unas redes eléctricas capaces de garantizar un suministro eléctrico de calidad. Además, las inversiones en distribución están limitadas por ley desde el pasado mes de diciembre», comentan fuentes de una de las grandes eléctricas.
América (sobre todo el Cono Sur) viene siendo desde hace tiempo terreno abonado para la expansión de las multinacionales españolas. Por supuesto, también para las energéticas. En el caso de Endesa, el Ebitda (resultado bruto de explotación) de Latinoamérica ha superado por primera vez al de España, Portugal y el resto de países (Marruecos, y algunos europeos) en 2013. La inversión al otro lado del charco ha doblado con creces la realizada en la Península (1.216 millones frente a 604), y la mitad de sus empleados trabajan en el extranjero. Endesa controla el 60% de Enersis, una de las principales multinacionales eléctricas privadas de Latinoamérica, presente en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú.
En el caso de Gas Natural Fenosa, tanto el Ebitda como el importe neto de la cifra de negocios siguen siendo superiores en España respecto al extranjero, pero fundamentalmente porque el mercado nacional del gas aún está en expansión. Latinoamérca es la región que más actividad concentra fuera de España. La compañía «tiene una posición relevante» en México, Colombia, y Brasil. Tiene presencia además en Panamá, Costa Rica, Argentina, Perú, Puerto Rico y República Dominicana.
Diariodenavarra