En las Islas Malvinas reina el pensamiento único. El referéndum celebrado el domingo y el lunes sobre la continuidad del vínculo que une las islas a Gran Bretaña desde 1833, y el rechazo implícito al reclamo argentino de soberanía sobre las Malvinas, dio esta noche un resultado abrumador. El 98,8 por ciento de los malvinenses quieren seguir siendo británicos.
Tensión Diplomática
El referéndum generó polémica en el ámbito internacional. El sábado, la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, afirmó que el referéndum “no tiene efecto alguno desde el punto de vista del derecho internacional”.
“Su previsible resultado no pone fin a la disputa ni a los incuestionables derechos argentinos”, declaró Castro.
Por su parte, el senador Aníbal Fernández dijo: “El ‘plebiscito kelper’ no solo no cuenta con observadores de la ONU sino, hasta Estados Unidos ha mantenido una posición neutral”.
Una voz disidente apareció también en los medios británicos. Es la del editor en temas de Defensa y Seguridad del matutino The Guardian , Richard Norton-Taylor, quien definió al referendo como “provocativo” y “sin sentido”.
El periodista aseguró que la consulta “va a exacerbar argumentos anacrónicos sobre soberanía” y remarcó el doble discurso de Londres con el pueblo chagosiano, expulsado de la isla Diego García por el imperio británico para que Estados Unidos pueda construir allí una base militar.
En ese sentido, recordó que ninguna de las 40 resoluciones de la ONU sobre la Cuestión Malvinas menciona el derecho de autodeterminación y que fracasaron todos los intentos británicos de incluir ese principio.
En una extensa editorial en The Guardian, repasó afirmaciones históricas como las del Duque de Wellington, uno de los héroes más reconocidos en el Reino Unido, hasta las de Lord Carrington, canciller de Thatcher, donde se ponen en duda los títulos de soberanía británicos sobre las islas.
“Los habitantes de las islas son británicos, pero el territorio no”, sostuvo Norton-Taylor y concluyó: “Un visitante de Marte se quedaría asombrado si alguien argumenta lo contrario”.
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